No es bueno que el hombre esté solo. El ser humano fue creado para vivir en sociedad, para compartir con otros seres humanos. Por consiguiente, debe aprender a relacionarse y participar. En cuanto al aprendizaje, los estudiantes no pueden ser entes aislados sino que deben tener ambientes donde puedan adquirir las habilidades necesarias para desenvolverse en el mundo real.
Bajo este panorama, surge el aprendizaje colaborativo, como la contraparte del tradicional aprendizaje individual. Para llevar a cabo un trabajo colaborativo, los estudiantes se agrupan en equipos pequeños y heterogéneos y se les encomienda el desarrollo de una actividad, la obtención de un producto, la solución de un problema, la reestructuración de un contenido, etc. de tal forma que se desarrollen competencias tecnológicas, comunicativas y pedagógicas.
Tal vez al principio sea incómodo lidiar con los temperamentos o estilos de los demás, ya que el ser humano está contaminado por un espíritu de individualismo. Sin embargo, así el estudiante desarrolla habilidades individuales a partir de la participación en un grupo donde haya un objetivo en común. Valores como el trabajo en equipo, la tolerancia, el respeto, el dominio propio y el pensamiento crítico, son afirmados a través de esta alternativa.
Hay ciertas prácticas que no son adecuadas dentro del trabajo colaborativo. Por ejemplo, que un estudiante termine la actividad primero sin tener en cuenta la opinión de los demás, que sea egoísta con la información que posee, o vea a los compañeros como una competencia no como unos aliados. Se trata de que el conocimiento se construye socialmente y cada quien es responsable del aprendizaje propio pero también del aprendizaje de sus compañeros de grupo.
Los entornos virtuales son ideales para el trabajo colaborativo ya que existe la disposición de las tecnologías de la información y de la comunicación. Estas permiten superar las limitaciones geográficas y temporales en los equipos. Igualmente las tecnologías contribuyen a que existan herramientas que fomenten la comunicación creativa. Además, contribuye a la presencia social al estrecharse lazos que impacten su vida personal y académica.
Hay recursos que deben aprovecharse en los trabajos colaborativos. Por ejemplo, el wiki se caracteriza por ser una herramienta de escritura colaborativa, donde los miembros hacen aportes y modifican un texto. También están los documentos compartidos (texto, fotografía, videos, etc.), la mensajería instantánea o video conferencias y portales para discusiones orales como Voxopop (ver video).
